miércoles, abril 18, 2007

FAMOSO POR UN DIA

Aparecí en una Nota de Clarín... parece que lo lee mucha gente...

http://www.clarin.com/diario/2007/04/18/sociedad/s-03015.htm



"Cada uno consume lo suyo"


Para Amadís Marey (34), la tecnología representó un cambio radical en cómo utiliza su tiempo libre. Apenas se levanta, este licenciado en sistemas y jefe de seguridad informática de una AFJP ya sincroniza en su palm los diarios Clarín, La Nación y The New York Times. En el viaje en subte desde su casa en Parque Chacabuco hasta la oficina del microcentro, lee los títulos y las notas que más le interesan, y escucha música en su celular con mp3. "Le agregué memoria para tener más temas. Rippeo mis propios discos y ahora estoy escuchando The Clash, David Bowie y Marisa Monte", dice, para enseguida aclarar que "rippear" significa pasar un tema al formato mp3.

En su casa hay dos computadoras, la suya y la de Alexia, su mujer, customizadas según los usos que le da cada uno. "Ella baja muchas recetas de Internet, sobre todo de cocina brasileña, y también consulta información sobre bebés, crecimiento y familia", para aplicar esos consejos en el cuidado de Amaia, la hija de la pareja que está por cumplir un año. Amadís usa su computadora para bajar capítulos avanzados de las series de las que es fanático y para mirarlas en la PC mientras su mujer pone otro programa en el televisor. "Yo sigo '24' y 'Lost'. 'Dr. House', que nos gusta a los dos, lo bajo al pen drive y lo miramos con el DVD —comenta—. Estamos juntos en el espacio, pero cada uno consume lo suyo".

La tecnología también le cambió la forma de leer. "Por ejemplo, cuando estaba leyendo el Señor de los Anillos me bajaba capítulos a la palm para leer en el subte y así no estropear el libro en los viajes", dice. Y se confiesa seguidor de los blogs de tecnología e historietas. "Me suscribí al Google Reader, que te actualiza tus blogs y canales de noticias favoritos. Entre otros, leo el fotolog del subte (www.fotolog.com/subtes), Historietas Reales y el del humorista Liniers. Muchas veces, me enteré de estos blogs a través del diario o de otros sitios. Con Internet, se van cruzando las fuentes de información cultural", apunta.

El punto donde la tecnología encuentra a toda la familia pasa, casi siempre, por su integrante más pequeña. "Buscamos en Internet el significado de su nombre, que quiere decir Ciudad de luz en vasco. Guardamos sus fotos en CD's. Y, además, con ella vemos videos educativos en el DVD y jugamos los tres juntos", concluye.

Adentro y afuera
Adriana Santagati
asantagati@clarin.com

Los tiempos cambian. Rituales arraigados, como mirar en familia la tele a la hora de la cena, están en vías de extinción y no sólo por las modificaciones del "prime time" televisivo. La vida hogareña ya no implica compartir todo: en muchos casos, lo compartido es apenas el espacio. Pero, para los que imaginan un oscuro futuro de seres que eligen un autismo tecnológico, nuestra esencia no mutó. La misma encuesta que habla del consumo solitario refleja que, en cuanto al uso general del tiempo libre, el 83,8% de la gente visita al menos una vez por semana a familiares o amigos. Más solitarios puertas adentro, pero no menos sociables hacia afuera.


TENDENCIAS : LOS ESPECIALISTAS DICEN QUE CAMBIO EL PARADIGMA Y LOS USUARIOS ELIGEN COMO Y CUANDO CONSUMIR

Los argentinos se entretienen en casa solos y usando tecnología

Ya no se arma un programa familiar, como antes, para mirar TV o escuchar música. Estas actividades son cada vez más individuales y personalizadas por la disponibilidad de recursos y el cambio tecnológico.
ALIADOS. PARA AMADIS MAREY, LA PC, LA PALM Y EL CELULAR SON FUNDAMENTALES PARA INFORMARSE Y ENTRETENERSE.
ggiubellino@clarin.com


Adiós a los tiempos en que toda una familia armaba un programa en relación al entretenimiento, como juntarse a mirar la tele a la noche o escuchar un disco. Estas actividades siguen enraizadas con fuerza a los hogares, pero se hacen cada vez más en solitario. Los sociólogos marcan la tendencia: el consumo cultural se está personalizando.

Otras actividades realizadas en soportes digitales, como chatear, navegar por la web o usar el celular para jugar, también aparecen realizadas por afuera del entorno familiar. El que intente abordar el fenómeno desde el determinismo tecnológico lo explicará por la mayor disponibilidad de recursos tecnológicos en el hogar —recuperación económica mediante—, las nuevas conectividades con y sin cable, y las características de los dispositivos, en los cuales convergen varios medios. Otros hablarán de un cambio de época, ni más ni menos.

A esta profundización del consumo personalizado apuntan los sociólogos Luis Alberto Quevedo y Roberto Bacman al interpretar datos publicados en el tercer libro del Sistema Nacional de Consumos Culturales (SNCC). En la introducción de esta encuesta encargada por la secretaría de Medios de la Nación escribieron: "Más allá del análisis puntual de cada tecnología, lo que se registra es un doble movimiento de personalización de los consumos y la profundización de una tendencia ya registrada en otros estudios: el incremento de los consumos en el hogar".

En su despacho de FLACSO, Quevedo amplía: "Hay una mutación de los usos sociales (de la tecnología) a los usos personales. La televisión, que tenía una programación adecuada al ritmo de una concepción de la familia, empezó otro juego desde los 90. Cambió el paradigma de los consumos: el usuario ha empezado a tener el control, a manejar su propio paquete tecnológico, a decidir cuándo y cómo lo usa".

Su colega Bacman completa con una imagen de finales del siglo XX: "El tocadiscos no suena ya: el pibe escucha su MP3. Olvidate del gran consumo familiar como "Los Campanelli" o "Grande, Pa". El cable genera nuevos hábitos, y la radio que escuchaba mi papá no existe más. La revolución de las telecomunicaciones tiene una implicancia sin retorno".

Los datos muestran la explosión del parque tecnológico puertas adentro. Para el SNCC, el promedio de televisores por hogar es de 2,4. Para una encuesta telefónica realizada reciente por Carrier y Asociados (835 casos en centros urbanos del país), el promedio da 1,9. Punto más o menos, ambos detectan lo mismo: una tendencia de compra y uso.

En el estudio del SNCC, un 60% declaró al menos un celular y el 73,1% dijo tener reproductor de VHS/DVD. Desde 2001 se invirtió la relación entre los que tienen o no videocasetera. Porque en el censo del INDEC de ese año "apenas" había estos aparatos en 3,5 millones de hogares de un universo de 10 millones.

Un dato curioso de la encuesta de Carrier: un 14% reveló tener reproductor de MP3. Que los equipos de audio de todo tipo son nuevos objetos de culto lo demuestran datos del INDEC sobre las ventas de diciembre (por las Fiestas) con respecto a noviembre: un 95,9% más. Y en 2006, hubo ventas un 55,8 % superiores a las de 2005 en el rubro tele, video y DVD, y de un 40,3% en el computadoras.

Alejandro Piscitelli escribía en su obra "Meta-Cultura" (2002): "Azuzados en la interactividad —comunicación bi-direccional— y el narrow casting —emisión y recepción personalizada—, los ciudadanos de la ciber-cultura sentimos, pensamos y actuamos en un tiempo y un espacio irreductibles a los de la civilización de consumo tradicional (...) Formamos parte de la primera generación en tiempo real".

Tiempo real, inmediatez, cero espera. El joven, que ha ganado espacio territorial y también "capacidad de disputa por la aparatología hogareña" (Quevedo dixit), rompe el modelo de comunicación de masas: de uno a muchos en un momento pautado. A esto se refiere Piscitelli cuando habla de narrow casting: de los contenidos diseñados, ahora, para una audiencia altamente segmentada.

Si un chico busca capítulos de la Pantera Rosa en YouTube, ¿por qué va a respetar un horario de emisión prefijado? ¿Cómo va a estar pendiente de que pasen tal canción por la radio si la puede bajar de Internet y escucharla mil veces en su reproductor? Se quiebra la recepción compartida en el ámbito familiar, y podrá astillarse también la comunidad invisible que nace con el consumo masificado y simultáneo. Esa sensación de estar compartiendo algo, aunque sea a la distancia, o esa llamada telefónica al amigo/a al terminar un programa. "¿Viste tal cosa?", será una pregunta vieja. Porque los tiempos stán cambiando. Lo dijo Dylan y fue hace mucho tiempo.


1 comentario:

lunesdesol dijo...

Lo que es ser famoso, por un dia, por una hora, por un rato... que va!