Este fin de semana estuve viajando en ferry, ida a Colonia, vuelta al Tigre, y hoy lunes estoy con un dolor de cabeza y un maréo propio de una borrachera. Bien podría tratarse de la cantidad de Pilsen que he tomado, pero creo que estoy siendo afectado por el famoso(?) Ferry Lag, que no es otra cosa que la traslación rioplatense del jet lag que afecta a quienes cruzan husos horarios en avión.
Termino de escribir esto con un maréo que espero terminar pronto la jornada laboral, y poder apretar de una vez por todas el botón de power, tanto de la PC como de mi cabeza.